Hoy vivimos un poco lo que son los trancones de São Paulo. Pedimos un Uber a Olah Hostal luego de desayunar pues debíamos ir al apartamento del amigo de mi hermano y recoger las motos. Luego de un largo intento hablando con los porteros, logramos que nos entendieran y nos dejaron sacar las motos. Al amigo de mi hermano se le había olvidado decir que íbamos a ir por ellas y había salido a la universidad. En verdad el idioma es una barrera muy grande y por mas que el portugués se parezca al español, siempre será un poco difícil hablarlo. Y lo que me preocupa es cuando ya estemos mas metidos en la selva, no creo que allá hablen el famoso Portuñol.
Ya con maletas encima y cadenas engrasadas, arrancamos hacia Paraty. A pesar de que Google Maps y todas las aplicaciones nos recomiendan ir por otro lado, nos habían recomendado bajar hasta Santos y de ahí tomar la carretera del Litoral pues es muy bonita aunque es un poco lenta por huecos y radares de velocidad.
En nuestro camino a Santos, nos topamos con un trancon interminable, nosotros sin saber que pasaba y sin saber si uno “puede” pasar por la berma, continuamos por nuestro carril como si fuéramos un carro. Lo que no nos imaginábamos es que para llegar a Santos, hay que bajar por una montaña bastante empinada y lo peor es que esta con neblina y lloviendo. A medida que íbamos bajando con todos los camiones, nos sorprendíamos mas de la carretera, a pesar de toda la situación es algo muy bonito, hay mucha naturaleza y la lluvia como que le da vida a los arboles.
Al llegar a Cubatão, hay que desviarse en vez de tomar para santos y continuar hacia el norte. Desde que empezamos a bajar hacia el mar, la carretera ha sido un poco triste pues esta muy lluvioso hasta que llegamos a Bertioga. Ahí, empieza a salir el sol y podemos “disfrutar” de la carretera. Digo “Disfrutar” pues hay como 150 radares de velocidad con cámara de 40 Km/h y hay bastantes camiones. El paisaje es muy bonito y uno puede disfrutar de las vistas del mar. Por todos los lados vemos condominios campestres con casas espectaculares, todo esto debe ser las casas de vacaciones de todo São Paulo y Rio pues la verdad ambas son muy cercas.
Nos empezo a coger la noche pues en verdad la carretera es muy lenta y con lo bonita que es, uno se distrae mucho. Al llegar a Paraty, ya era de noche y no teniamos hotel asi que paramos en una Petrobras para conectarnos a internet y poder buscar por Booking. Vimos un hostal que parecía bien y se acomodaba al presupuesto, pero al ir, mi papá prefirió ver otra opción que habíamos visto antes de tomar una decisión. Terminamos quedándonos en la Posada Casa do Rio en una habitación privada. La recepcionista nos indico un lugar para ir a comer algo rápido antes de dormir.
Gastos del dia:
- Uber: 5 BRL * Fueron 15 BRL pero dividido 3, cada uno pago 5
- Gasolina: 39 BRL
- Empanada: 8 BRL
- Almuerzo: 7 BRL
- Gasolina: 24 BRL
- Agua: 2,50 BRL
- Mani: 3 BRL
- Comida: 14 BRL
- Hospedaje: 40 BRL