Otro dia de autopista y autopista. Antes de salir de Curitiba, hicimos una reserva en São Paulo, por lo que ya ibamos con un poco mas de calma pues no tocaba llegar a buscar. El camino es un poco aburrido pues es pura autopista y uno va a 120 Km/h con doble calzada por lo que no hay trafico ni nada.
Igual que en el camino a Curitiba, por todos lados hay radares de velocidad y uno tiene que frenar bastante pues son de 40 y 60 Km/h. De vez en cuando el camino se vuelve de una calzada por lo que es mas entretenido y lo ayuda a uno a despertarse pues hay que pasar camiones y estar pendiente de todo. Mientras iba detrás de unos camiones, de la nada veo dos pájaros venir volando desde lejos, me quedo observándolos y me doy cuenta que son dos guacamayo azul amarillo. Me pareció un momento muy bonito ver eso, lastima que no tuviera cámara (aunque hubiera sido imposible tomarles fotos). Les dejo una foto para que vean cuales eran.
Bueno no se si lo piensan o no, pero todos creemos que nos hemos engordado y hoy en la mañana le dio crisis a mi papá. A pesar de que el ya tenia sandwiches para su almuerzo y yo mi pasta, desistió de comérselos y parar a pedir un plato de frijoles en una estación de servicio. Siempre confíen en los camioneros. Mi hermano y yo aprovechamos para sacar la comida y sentarnos con mi papa a almorzar.
Como salimos temprano pensando que por ser gran ciudad y especialmente Sao Paulo iba a haber mucho trancon, terminamos llegando como a las 3 de la tarde (no habia nada de trafico). Habíamos reservado un hotel Ibis Budget en las afuera de la ciudad pero apenas llegamos, nos llevamos una sorpresa. A pesar de que en Booking decía que tenia parqueadero, no estaba incluido. Era un valet parking y la verdad para las 3 motos terminábamos pagando casi mas que la mitad pues cobran 20 BRL por 12 horas y eso es casi nuestro presupuesto para hospedaje (ya nos pasábamos por poquito pero pues por ser un buen hotel pensábamos tomarlo para descansar bien). Nos pareció absurdo por lo que le pedimos al de la recepción que cancelara la reserva y que no ibamos a tomarla pues era muy caro. Antes de ver el Ibis, habíamos visto un buen hostal en el centro por lo que sin hacer reserva ni nada, decidimos arrancar de una para ver si seguían con disponibilidad.
Al llegar a Olah Hostal, nos atiende Daniela quien nos ayuda con el Check-In nos dice que tiene una habitación compartida pero que nuestro “compañero” dejo las maletas y se fue a un tour dos días por lo que ni lo veríamos. Lo único malo es que no tenia parqueadero. Lo bueno es que como ya estábamos en el centro, mi hermano tenia un amigo que vivía cerca y nos prestaba el parqueadero por los días que estuviéramos en São Paulo. Si se preguntan que porque no hicimos eso con el IBIS es por la distancia, el Ibis quedaba a casi 40 – 50 minutos en moto del centro y no había metro por allá. Fuimos dejamos las motos, y aprovechamos para comer mi papá y yo mientras mi hermano estaba con su amigo.
Mañana es día de turistear y conoceremos São Paulo.
Gastos del dia:
Bueno no se si lo piensan o no, pero todos creemos que nos hemos engordado y hoy en la mañana le dio crisis a mi papá. A pesar de que el ya tenia sandwiches para su almuerzo y yo mi pasta, desistió de comérselos y parar a pedir un plato de frijoles en una estación de servicio. Siempre confíen en los camioneros. Mi hermano y yo aprovechamos para sacar la comida y sentarnos con mi papa a almorzar.
Como salimos temprano pensando que por ser gran ciudad y especialmente Sao Paulo iba a haber mucho trancon, terminamos llegando como a las 3 de la tarde (no habia nada de trafico). Habíamos reservado un hotel Ibis Budget en las afuera de la ciudad pero apenas llegamos, nos llevamos una sorpresa. A pesar de que en Booking decía que tenia parqueadero, no estaba incluido. Era un valet parking y la verdad para las 3 motos terminábamos pagando casi mas que la mitad pues cobran 20 BRL por 12 horas y eso es casi nuestro presupuesto para hospedaje (ya nos pasábamos por poquito pero pues por ser un buen hotel pensábamos tomarlo para descansar bien). Nos pareció absurdo por lo que le pedimos al de la recepción que cancelara la reserva y que no ibamos a tomarla pues era muy caro. Antes de ver el Ibis, habíamos visto un buen hostal en el centro por lo que sin hacer reserva ni nada, decidimos arrancar de una para ver si seguían con disponibilidad.
Al llegar a Olah Hostal, nos atiende Daniela quien nos ayuda con el Check-In nos dice que tiene una habitación compartida pero que nuestro “compañero” dejo las maletas y se fue a un tour dos días por lo que ni lo veríamos. Lo único malo es que no tenia parqueadero. Lo bueno es que como ya estábamos en el centro, mi hermano tenia un amigo que vivía cerca y nos prestaba el parqueadero por los días que estuviéramos en São Paulo. Si se preguntan que porque no hicimos eso con el IBIS es por la distancia, el Ibis quedaba a casi 40 – 50 minutos en moto del centro y no había metro por allá. Fuimos dejamos las motos, y aprovechamos para comer mi papá y yo mientras mi hermano estaba con su amigo.
Mañana es día de turistear y conoceremos São Paulo.
Gastos del dia:
- Gasolina 28,50 BRL
- Peaje: 1,50 BRL
- Peaje: 1,50 BRL
- Peaje: 1,50 BRL
- Gasolina 40 BRL
- Platanitos: 2,50 BRL
- Peaje: 1,50 BRL
- Hospedaje 29 BRL
- Comida: 15 BRL
