Nos despertamos un poco asustados, pues el compañero con el que nos encontramos ayer, rompió entrando a su hotel la tapa del cárter y no sabíamos si se iba a poder arreglar. A pesar de que no iba a continuar el camino con nosotros, no podíamos irnos sin saber que todo iba a estar bien. Nos despertamos temprano para ver que se podía hacer por lo que desayunamos y nos fuimos a su hotel. Lastimosamente, ya había salido del hotel y no podíamos comunicarnos, intentamos esperarlo un rato pero ya no podíamos hacer nada mas.
Ya listos para salir, fuimos a hacer nuestro ritual de gasolina y preparados para salir. En nuestro camino, nos detenemos en el cementerio de trenes a las afueras de Uyuni. Antiguamente, Uyuni era un lugar lleno de minería y con los españoles, el comercio fluía bastante. Al no estar los españoles, se fue acabando poco a poco la minería, y los trenes que llegaban se iban acumulando y oxidando. Hoy en dia, se encuentran mas de 50 trenes oxidados y uno puede subir y tomarse fotos sobre ellos. Es un lugar bonito que vale la pena visitar.
Para llegar a la frontera, es necesario coger un ripio de 2 horas y la gran mayoría de lugareños nos decían que se encontraba en buen estado. Arrancamos y seguimos todo el camino por nuestra aplicación de GPS (Maps.me) en un punto, nos dice que debemos girar a la derecha hacia Rio Grande y continuar. Fue el PEOR error que pudimos cometer, el ripio empieza a empeorar poco a poco y sin darnos cuenta, estábamos andando entre arena y sal. Empezamos a sufrir un poco y la verdad con las vibraciones, las cuerdas de los bidones se empezaron a reventar. No es un sufrimiento, sino mas un “en donde nos hemos metido” contando kilometro a kilometro, no veíamos la hora de llegar a la frontera. Veíamos nubes a la distancia, y solo rogábamos para que no nos tocara lluvia con esta carretera.
Llegamos a la frontera felices y entre papeleo nos pusimos a hablar con las personas que llegaban, todos nos preguntaron que porque habíamos volteado hacia Rio Grande que si hubiéramos continuado, hubiera sido un trayecto de 2 horas en vez de 6-7 horas! Si van de Uyuni a Chile hacia Calama, NO SE LES OCURRA voltear! Sigan derecho!!!!! La frontera de parte boliviana es super fácil, sellar pasaporte, entregar papeles y esperar 2 minutos y ya. Del lado chileno, es un poco mas complicado. Primero, toca hacer migración como cualquier otra frontera, luego migración pide que pongamos las motos en un parqueadero, nos dirijamos a llenar un formulario mientras los perros huelen las motos y a desempacar todo pues debían revisar maleta por maleta. Todo estaba perfecto, pero no entiendo porque, nos piden el favor que pongamos las motos en fila y esperemos a que los rayos X inspeccionen la moto. La verdad no se si fue por colombianos o por ganas de complicar todo, pero solo espero que las fronteras en Chile no sean así.
Al cruzar la frontera, ya empieza pavimento y no les digo mentiras, pero paramos a abrazar la calle, habia sido un dia muy largo. No es difícil, solo que no no lo esperábamos así. Pensabamos que era bastante mas fácil. Al haber tomado una ruta un poco mas larga y sin habernos informado bien, no contábamos con la gasolina suficiente, solo teníamos 2 galones extra. No había ninguna estación de gasolina hasta llegar a Calama y no nos iba a alcanzar. El recorrido es bastante entretenido y empezamos a ir junto al tren por un buen rato. Faltando 40 km para llegar, ya teníamos las tres motos en reserva. Decidimos parar en una tienda en Pichu Pichu y Keyla, la dueña de la tienda, nos atendió de maravilla. No teníamos ni plata, ni gasolina suficiente para las tres motos y ella nos digo quédense acá, mientras uno va con los 2 galones hasta Calama saca plata y trae gasolina. Nos “fio” todo mientras mi papa iba y mi hermano y yo jugábamos cartas (todo se decidió por niño diferente). Nos agarro la noche mientras llegaba mi papa y mientras alistábamos todo, ya no veíamos la hora de llegar. Finalmente, arrancamos para la ciudad a comer una pizza y a buscar hotel. Nos dimos cuenta, que la carpa va a pagarse en Chile pues la verdad, todo se ve carísimo. Por no tener tiempo, conseguimos el hotel mas barato y a dormir.
Gastos del dia:
Para llegar a la frontera, es necesario coger un ripio de 2 horas y la gran mayoría de lugareños nos decían que se encontraba en buen estado. Arrancamos y seguimos todo el camino por nuestra aplicación de GPS (Maps.me) en un punto, nos dice que debemos girar a la derecha hacia Rio Grande y continuar. Fue el PEOR error que pudimos cometer, el ripio empieza a empeorar poco a poco y sin darnos cuenta, estábamos andando entre arena y sal. Empezamos a sufrir un poco y la verdad con las vibraciones, las cuerdas de los bidones se empezaron a reventar. No es un sufrimiento, sino mas un “en donde nos hemos metido” contando kilometro a kilometro, no veíamos la hora de llegar a la frontera. Veíamos nubes a la distancia, y solo rogábamos para que no nos tocara lluvia con esta carretera.
Llegamos a la frontera felices y entre papeleo nos pusimos a hablar con las personas que llegaban, todos nos preguntaron que porque habíamos volteado hacia Rio Grande que si hubiéramos continuado, hubiera sido un trayecto de 2 horas en vez de 6-7 horas! Si van de Uyuni a Chile hacia Calama, NO SE LES OCURRA voltear! Sigan derecho!!!!! La frontera de parte boliviana es super fácil, sellar pasaporte, entregar papeles y esperar 2 minutos y ya. Del lado chileno, es un poco mas complicado. Primero, toca hacer migración como cualquier otra frontera, luego migración pide que pongamos las motos en un parqueadero, nos dirijamos a llenar un formulario mientras los perros huelen las motos y a desempacar todo pues debían revisar maleta por maleta. Todo estaba perfecto, pero no entiendo porque, nos piden el favor que pongamos las motos en fila y esperemos a que los rayos X inspeccionen la moto. La verdad no se si fue por colombianos o por ganas de complicar todo, pero solo espero que las fronteras en Chile no sean así.
Al cruzar la frontera, ya empieza pavimento y no les digo mentiras, pero paramos a abrazar la calle, habia sido un dia muy largo. No es difícil, solo que no no lo esperábamos así. Pensabamos que era bastante mas fácil. Al haber tomado una ruta un poco mas larga y sin habernos informado bien, no contábamos con la gasolina suficiente, solo teníamos 2 galones extra. No había ninguna estación de gasolina hasta llegar a Calama y no nos iba a alcanzar. El recorrido es bastante entretenido y empezamos a ir junto al tren por un buen rato. Faltando 40 km para llegar, ya teníamos las tres motos en reserva. Decidimos parar en una tienda en Pichu Pichu y Keyla, la dueña de la tienda, nos atendió de maravilla. No teníamos ni plata, ni gasolina suficiente para las tres motos y ella nos digo quédense acá, mientras uno va con los 2 galones hasta Calama saca plata y trae gasolina. Nos “fio” todo mientras mi papa iba y mi hermano y yo jugábamos cartas (todo se decidió por niño diferente). Nos agarro la noche mientras llegaba mi papa y mientras alistábamos todo, ya no veíamos la hora de llegar. Finalmente, arrancamos para la ciudad a comer una pizza y a buscar hotel. Nos dimos cuenta, que la carpa va a pagarse en Chile pues la verdad, todo se ve carísimo. Por no tener tiempo, conseguimos el hotel mas barato y a dormir.
Gastos del dia:
- Gasolina: 60 Bolivianos
- Comida por si acaso: 10 Bolivianos
- SIM Chilena: 3,000 CLP
- Mecato: 2,000 CLP
- Pizza: 5,000 CLP
- Gasolina: 9,000 CLP
- Hospedaje: 12,000 CLP
